1º- No cambie la comida del perro cuando llega a la casa
Para reducir el estrés provocado por el cambio de entorno, lo mejor es seguir alimentándole durante unos días con su comida habitual y luego, ir cambiando poco a poco para evitar problemas digestivos. Los perros (y especialmente los cachorros) suelen comer menos al principio, así que es importante resistirse a la tentación de obligarles a comer o de ofrecerles un nuevo alimento.
2º- Deje tranquilo al perro mientras come
Es posible que desee observar a su perro durante las comidas para asegurarse de que come, pero el perro puede percibir su presencia como una amenaza (piensa que quiere quitarle la comida) y dejar de comer o volverse agresivo. Es fundamental darle de comer en un sitio tranquilo y dejarle solo.
3º- No dé de comer al perro en la mesa
No es recomendable dar las sobras de la mesa al perro, primero porque no se trata de un alimento equilibrado y puede provocarle un aumento de peso (por lo general el amo subestima la cantidad de comida de alimento proporcionado), y en segundo lugar, porque el perro se alterará si algún miembro de la familia le da de comer con la mano, ya que necesita que usted controle el acceso a la comida. Por ello, hay que evitar darle las sobras de la mesa, si por alguna razón hubiera que hacerlo, deberá ponerlas en un plato y dárselas una vez acabada la comida, restándolas de la ración diaria del alimento habitual del perro.
4º- No obligue al perro a comer y no le dé de comer con la mano.
Forzar al perro para que coma fomenta un consumo excesivo de alimento y el subsiguiente sobrepeso. Si le da de comer con la mano, comerá menos de lo normal. La única excepción es si el animal esta enfermo, en cuyo caso debe consultar con su veterinario.
5º-No añada nada a la comida del perro para incitarle a comer.
Si toma un alimento equilibrado, el perro dejara de comer cuando se sienta satisfecho. Añadir ingredientes mas sabroso (por ejemplo, aceite) puede hacer que siga comiendo cuando no tiene hambre, lo que provocará un aumento de peso.
6º-No retire el comedero del cachorro mientras está comiendo
La capacidad de retirar el comedero del perro mientras come no es un signo jerárquico del estatus del propietario: los perros sumisos comen después de los dominantes, pero éstos no les molestan mientras lo hacen. Si molesta a su perro mientras come, lo estresará y lo incitará a defender su comida. Para acostumbrarle a que usted pueda acercarse al comedero mientras come, enfóquelo positivamente (añada más comida, por ejemplo), pero no le moleste con demasiada frecuencia y adviértale de su presencia cada vez que vaya a acercarse.
7º- No dé golosinas al perro porque se sienta culpable o a modo de saludo al llegar a casa
Utilizar la comida para relacionarse con el perro es un error que puede acabar en una obesidad. Su perro agradece siempre el contacto social: acaríciele, juegue con él arrojándole un juguete o jugando al tira y afloja, o enseñarle órdenes sencillas para reforzar su relación.
8º-No malcríe a su perro con una “comida de domingo”
Ofrecerle una comida especial, o más abundante de lo habitual, puede alterar la dieta y la flora digestiva del perro (riesgo de diarrea). Es mejor enseñarle un juego nuevo o dar un largo paseo.
9º-No utilice la comida para complacer al perro
Un perro bien alimentado no suele tener hambre. Mas que comida, lo que su perro necesita es el contacto con usted y con otros perros. Dedique el tiempo necesario a cubrir esta necesidad.
10º-No se preocupe si su perro no come la cantidad exacta indicada en el paquete
Las cantidades indicadas en los paquetes de comida para perros son orientativas y deben adaptarse a las necesidades de cada animal y a su nivel de actividad física. Si su perro esta satisfecho y mantiene un peso estable, quiere decir que la cantidad es la correcta.
Fuente: Dra. Laura Fiorito
